¿Dónde Trabajamos?
El CEBIAE históricamente ha tenido un ratio de acción nacional. En los últimos años debido a la compleja situación del financiamiento externo los espacios de acción de la institución se han visto mermados. Sin embargo, es menester tomarlos en cuenta como espacios potenciales para futuras intervenciones.
En este sentido el CEBIAE tiene como campo de acción “activo” a la ciudad de El Alto. Como espacios de acción “latentes” a la Mancomunidad de Municipios del CAINE y la Ciudad de Potosí. Y como un espacio de acción “potencial” la ciudad de Santa Cruz.
En todos los espacios citados el CEBIAE cuenta con infraestructura propia y una base de experiencia consolidada con intervenciones previas.
Campo de Acción Activo
El Alto es la ciudad con el índice más alto de crecimiento demográfico de Bolivia, los elevados niveles de migración interna a esta ciudad hacen de este espacio un lugar con una diversidad cultural, étnica y social amplia. El crecimiento de las pequeñas y medianas empresas sumadas al crecimiento de la industria, favorecen su crecimiento económico. De estas condiciones de la ciudad surge la necesidad de potenciar especialmente la educación técnica tecnológica, así como, la educación para el ejercicio de los derechos humanos en los diferentes subsistemas de la educación (regular, alternativa, técnica superior, entre otros).
Campos de Acción Latentes
En el CAINE la apuesta de la mancomunidad es, impulsar el desarrollo de las asociaciones productivas e invertir en la trasformación de la producción. Mejorar las carreteras para llegar a más y mejores mercados, estimular el turismo comunitario. En esta perspectiva, la apuesta de la educación es por generar procesos de educación comunitaria productiva para fortalecer las vocaciones y potencialidades productivas de sus municipios.
Potosí vive el resurgimiento de la actividad minera en términos productivos y de crecimiento económico acelerado en el departamento. Lastimosamente esta actividad genera daños ambientales considerables, poniendo en riesgo la salud de la población.
El trabajo infantil en la actividad minera es un mal que se acarrea desde varias décadas, los esfuerzos por garantizar la educación como un derecho y un instrumento de reconversión laboral son necesidades que deben priorizarse desde las organizaciones sociales involucradas en la gestión educativa.